Diputación subraya el papel de un voluntariado "con una visión y vocación global" para el desarrollo humano sostenible

Con motivo del Día Internacional del Voluntariado, que se conmemora hoy, 5 diciembre, la Diputación Provincial de Huelva ha subrayado la labor generosa e imprescindible de todas las personas que ejercen algún tipo de voluntariado para contribuir un mundo más justo. Al mismo tiempo ha ratificado el compromiso, a través del Servicio de Cooperación Internacional, en el apoyo y colaboración de proyectos en países y comunidades que se encuentran en situaciones de vulnerabilidad extrema.

El Plan Director de Cooperación Internacional 2020-2023 de la Diputación de Huelva, aprobado por  unanimidad por el Pleno de la Diputación de Huelva, señala en su Objetivo Estratégico 3.3 que “impulsará la participación de las ciudadanas y ciudadanos de la provincia de Huelva en acciones de voluntariado internacional, facilitando su participación en iniciativas que pudieran ponerse en marcha desde la Diputación provincial u otras instituciones, actores y/o gobiernos locales de la provincia”. Debido a la pandemia mundial, este año 2020 no ha podido realizarse ningún voluntariado internacional, pero si se ha planificado para el año 2021 si las circunstancias sanitarias lo permiten.

A través de los proyectos de Cooperación Directa Municipalizada -aquellos que se realizan en coordinación con municipios o mancomunidades de la provincia de Huelva- se facilitará la participación de personas de esos territorios en esos proyectos. En concreto para el año próximo en Paraguay, Perú, Senegal y Burkina Faso, siempre que se puedan asegurar las condiciones básicas de salud y seguridad.

Durante 2020, otra vía de apoyo al voluntariado internacional ha sido la financiación del curso  'Escenario Post-Covid: El nuevo voluntariado transformador en el marco de la agenda 2030' promovido por la UNIA y la Diputación de Huelva, en el que han participado una treintena de alumnos, procedentes de España, Brasil, Colombia, Ecuador y Chile.

El escenario originado por la pandemia global de la Covid-19 ha evidenciado, más allá del drama sanitario y social, una muestra colectiva de articulación de la solidaridad a través de respuestas individuales, ciudadanas y de entidades sociales, empresariales o administrativas. Incluso, como han trasladado grandes organizaciones como Cáritas o Cruz Roja, han visto ampliado su número de voluntarios y voluntarias. Igualmente se han visto acciones y proyectos promovidos por la ciudadanía para atender de forma voluntaria necesidades en barrios o colectivos concretos. También, como han indicado la mayoría de los docentes del curso, ha sido necesario reinventar y reorganizar las acciones voluntarias a un escenario marcado por los confinamientos y el trabajo virtual.

El curso, de 30 horas lectivas y celebrado entre octubre y noviembre, ha abordado tanto el escenario y perfil del voluntario, como su acción en el ámbito social, empresarial y en el campo de la cooperación internacional. En este último, se ha analizado el papel clave del voluntario como un actor que promueve la solidaridad a partir de compartir su experiencia y a través de la sensibilización y el conocimiento de las realidades de los países empobrecidos.

Para Ana Vázquez, coordinadora del programa VOLPA Voluntariado Internacional de la Asociación Entreculturas, es además fundamental "trabajar en el retorno del voluntariado, para que su experiencia sea una acción de sensibilización y aprendizaje en nuestro país”. Mientras que Eva Caballero, responsable del Área de Voluntariado de Don Bosco Global, un factor esencial para el desarrollo de un voluntariado internacional “es la fase previa de formación y de conocimiento de la persona voluntaria”.

Por su parte, Javier Moya, técnico del Servicio de Cooperación Internacional de la Diputación de Huelva ha compartido la experiencia del programa de voluntariado de la entidad, subrayando su papel en el marco del Plan Director de la institución provincial. Una de las conclusiones del curso en la que coinciden los expertos participantes es en el papel protagonista que debe jugar un voluntariado con una visión y vocación global para contribuir en la implementación de la Agenda 2030 como hoja de ruta que garantice un desarrollo humano sostenible en el planeta.

En muchos rincones del planeta, millones de mujeres, hombres y jóvenes ofrecen a diario, de manera desinteresada, su trabajo, su tiempo y su capacidad para beneficiar a los demás. Estas personas desarrollan su trabajo en aldeas y comunidades, llevan a cabo tareas como administrar vacunas, programas de alfabetización, programas de nutrición, ayudan a distribuir alimentos, aportar asistencia de socorro y medicinas, entre muchas otras más.

El Día Internacional del Voluntariado para el Desarrollo Económico y Social se celebra como fecha para dar a conocer mejor la importante contribución que aportan los voluntarios y las voluntarias a la sociedad y como estímulo para que más personas de toda condición se animen a aportar su ayuda voluntaria, tanto en sus países de origen como en el extranjero.