LOS TRATAMIENTOS INCLUIDOS EN EL PLAN DE CONTROL DE MOSQUITOS CULMINAN CON UN BALANCE MUY POSITIVO

La densidad media de la especie de este insecto más frecuente se ha reducido en casi un 75% respecto a la media de los cuatro años anteriores


Los ciclos de tratamientos previstos en el Plan Anual de Control de Mosquitos elaborado por la Diputación onubense han terminado a finales de octubre con un balance muy positivo, ya que en esta campaña todo se ha desarrollado con normalidad y no se han registrado grandes problemas relacionados con este insecto, de forma que las poblaciones del mismo se han mantenido en todo momento a niveles aceptables para los ciudadanos.

De hecho, según los datos del Servicio de Control de Mosquitos, la evolución de las poblaciones de este insecto durante la campaña de este año ha demostrado una clara tendencia descendente respecto al valor medio en el período 2008-2011. Concretamente, la densidad media de la especie más frecuente de mosquito en la provincia se ha reducido en casi un 75% en comparación con el valor medio del cuatrienio precedente.

Según el Servicio, esta dinámica de las poblaciones de mosquitos ha estado marcada por una primavera escasa en lluvias, en especial el mes de abril, seguida de un verano en el que se puede destacar la moderada intensidad de las mareas vivas. Todo ello, unido al esfuerzo mantenido respecto a la frecuencia e intensidad del plan de tratamientos de control, ha posibilitado la consecución de unos niveles de eficacia realmente buenos en el contexto geográfico general en el que actúa el Servicio de Control de Mosquitos.

El Servicio de Mosquitos presta servicio en una superficie de unas 130.000 hectáreas, que incluyen dos ámbitos de actuación bien diferenciados: el medio natural -la provincia cuenta con 16.000 hectáreas de marisma mareal que propician unas 4.600 hectáreas que constituyen focos de mosquitos- y el medio rural y urbano, con 115.000 hectáreas. En ambos casos no se actúa sobre el total de las hectáreas, sino que se incide sobre los focos importantes de mosquitos que se detecten dentro de esa superficie.

Los ciclos de tratamientos en las zonas de marismas comienzan en el mes de marzo y se prolongan hasta finales de octubre y se realizan coincidiendo con las marismas de alto coeficiente, que se suelen registrar dos veces al mes. Así, este año se han realizado 16 ciclos de tratamiento, ya que ha habido un mayor número de mareas de alto coeficiente que en otros años, cuando ha habido una media de entre 12 y 14 ciclos.

Esta entrada de mareas inunda zonas elevadas de marisma donde ya están puestos los huevos de mosquitos y es ahí donde se inicia el ciclo de vida del mosquito en fase larvaria. Por eso, se hacen los tratamientos precisamente coincidiendo con esas marismas de coeficiente alto, con el objetivo de impedir que esas larvas se conviertan en mosquitos adultos. Una vez entra la marea, los operarios del servicio tienen unos cinco o seis días para hacer el tratamiento antilárvico y abarcar las 96 parcelas de tratamiento en las que está dividida la marisma.

En cuanto a los trabajos en el medio urbano, los tratamientos se hacen tanto sobre larvas como sobre mosquitos ya adultos. En este ámbito no hay un número de actuaciones fijo, ya que suele obedecer a factores imprevisibles, pero suelen suponer un 20% del total y se centran en espacios como husillos, pozos de riego, edificios con sótanos inundados, fuentes, parques y jardines, estanques, estaciones depuradoras de agua, piscinas, canales, campos de golf, campings, etc.

La campaña anual de tratamientos de control se desarrolla durante el período de marzo a octubre, cuando las cálidas temperaturas aceleran los ritmos de desarrollo larvario de los mosquitos. No obstante, las labores del Servicio se extienden durante todo el año. Ahora, los operarios del Servicio han comenzado los trabajos para arreglar caminos, puentes y otras instalaciones, trabajos que luego facilitarán el acceso a las zonas donde hay que realizar tratamientos, a las que, normalmente, y por estar en marismas, suele ser difícil llegar si no se efectúan estas actuaciones. También están inmersos en las labores de investigación sobre las distintas especies y la mejor forma de combatirlas, siempre con el máximo respeto al medio ambiente.

El Plan de Control de Mosquitos cuenta con un presupuesto superior a dos millones de euros, de los que aproximadamente un 75% es aportado por Diputación y el 25% restante por los ayuntamientos integrados, que son Ayamonte, Isla Cristina, Lepe, Cartaya, Gibraleón, Punta Umbría, Aljaraque, Huelva, Palos de la Frontera, Moguer y San Juan del Puerto.


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