LA NAVA CELEBRARÁ UNA FIRMA DE LA PAZ SIMBÓLICA CON FRANCIA, PENDIENTE DESDE LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA
El presidente de la Diputación ha visitado el municipio serrano y la restauración de la Ermira de la Virgen de las Virtudes, una de las más antiguas de la provincia
El presidente de la Diputación, Ignacio Caraballo, ha realizado una visita al municipio de La Nava donde ha conocido varios proyectos que se están llevando a cabo, entre los que destacan los preparativos para la “firma de la paz” con Francia. Un acto de marcado carácter simbólico e histórico, ya que supone la recuperación de un episodio de la Guerra de la Independencia. En 1815, cuando se firma la paz hispano-francesa, Fernando VII lo comunica a todos los ayuntamientos de España. El entonces alcalde de La Nava respondió al rey que “era muy libre de firmar la paz”, pero que su pueblo no lo haría hasta que, al menos, los franceses repusieran “el pan, el queso y el vino” que les habían robado.
El alcalde de La Nava, Francisco Fernández, ha explicado a Caraballo que el acto de la firma, que está previsto que se celebre el próximo año, contará con la presencia de una representación diplomática de Francia, además de autoridades provinciales y autonómicas. El presidente de la Diputación ha asegurado que la institución provincial colaborará con este acontecimiento que tendrá una “gran trascendencia dentro y fuera de la provincia”, por el interés que contiene desde el punto de vista histórico y cultural.
Ignacio Caraballo, junto con el diputado territorial de la Sierra, José Luis Ramos, también ha visitado las obras de restauración de la Ermita de la Virgen de las Virtudes, en cuyo proceso colabora la institución provincial. Esta ermita mudéjar del siglo XIII –una de las más antiguas de la provincia- se encontraba prácticamente derruida y ha sido sometida a una actuación cuya primera fase ha supuesto una inversión superior al medio millón de euros. La restauración ha sido financiada entre la institución provincial, la Consejería de Cultura, el Grupo de Desarrollo Rural y el Ayuntamiento de La Nava.
El presidente de la institución provincial ha subrayado el “magnífico trabajo” que se está llevando a cabo para la recuperación de la ermita gracias al empeño y al esfuerzo del Ayuntamiento. “Creo que la restauración de la ermita de la Virgen de las Virtudes y su adquisición por parte del Ayuntamiento es un gran logro no sólo para La Nava, sino para toda la provincia, que se siente orgullosa de este patrimonio”. Caraballo ha destacado la belleza del entorno de la dehesa de encinas en el que se enclava la ermita, lugar original del asentamiento de la población de La Nava.
La ermita pertenece a la tipología de templos mudéjares, con arcos transversales de tres naves. El ábside, que resalta especialmente del resto del edificio, tiene planta de polígono irregular de cinco lados y se compone de dos tramos: El primero de planta rectangular, cubierto con bóveda de cañón, y el segundo, de tres lados, cubierto por un cuarto de esfera decorada con pintura al fresco de motivos geométricos.
La afrenta francesa y el ‘Tiznao de la Nava’
Un ejemplo singular de la Guerra de la Independencia en Huelva está representado por el guerrillero Robustiano Carvajal Arellano, conocido como el ‘Tiznao de La Nava’. El Martes Santo, día 11 de abril de 1811, las tropas francesas se desplazaban desde la Prefectura de Aracena por el camino real de Sevilla a Cortegana y Aroche. Una compañía se acercó por las cañadas a La Nava. Los soldados asaltaron el Ayuntamiento y lo quemaron con su archivo. Acabaron en el pósito, donde se llevaron el pan, el queso y el vino de los pobres de la romería de Nuestra Señora de las Virtudes y el escaso grano que aún quedaba de la última cosecha. Robustiano Carvajal, el Tiznao de la Nava, con una amplia experiencia guerrillera, quiso vengar la afrenta. Atacó a los franceses, pero lo apresaron con su escasa partida. Los vecinos de La Nava fueron forzados espectadores del fusilamiento del Tiznao y los suyos en el llano de la dehesa de la ermita, casi a la misma hora en que hubieran tenido que departir pan, queso y vino con sus visitantes, ricos o pobres.
El presidente de la Diputación, Ignacio Caraballo, ha realizado una visita al municipio de La Nava donde ha conocido varios proyectos que se están llevando a cabo, entre los que destacan los preparativos para la “firma de la paz” con Francia. Un acto de marcado carácter simbólico e histórico, ya que supone la recuperación de un episodio de la Guerra de la Independencia. En 1815, cuando se firma la paz hispano-francesa, Fernando VII lo comunica a todos los ayuntamientos de España. El entonces alcalde de La Nava respondió al rey que “era muy libre de firmar la paz”, pero que su pueblo no lo haría hasta que, al menos, los franceses repusieran “el pan, el queso y el vino” que les habían robado.
El alcalde de La Nava, Francisco Fernández, ha explicado a Caraballo que el acto de la firma, que está previsto que se celebre el próximo año, contará con la presencia de una representación diplomática de Francia, además de autoridades provinciales y autonómicas. El presidente de la Diputación ha asegurado que la institución provincial colaborará con este acontecimiento que tendrá una “gran trascendencia dentro y fuera de la provincia”, por el interés que contiene desde el punto de vista histórico y cultural.
Ignacio Caraballo, junto con el diputado territorial de la Sierra, José Luis Ramos, también ha visitado las obras de restauración de la Ermita de la Virgen de las Virtudes, en cuyo proceso colabora la institución provincial. Esta ermita mudéjar del siglo XIII –una de las más antiguas de la provincia- se encontraba prácticamente derruida y ha sido sometida a una actuación cuya primera fase ha supuesto una inversión superior al medio millón de euros. La restauración ha sido financiada entre la institución provincial, la Consejería de Cultura, el Grupo de Desarrollo Rural y el Ayuntamiento de La Nava.
El presidente de la institución provincial ha subrayado el “magnífico trabajo” que se está llevando a cabo para la recuperación de la ermita gracias al empeño y al esfuerzo del Ayuntamiento. “Creo que la restauración de la ermita de la Virgen de las Virtudes y su adquisición por parte del Ayuntamiento es un gran logro no sólo para La Nava, sino para toda la provincia, que se siente orgullosa de este patrimonio”. Caraballo ha destacado la belleza del entorno de la dehesa de encinas en el que se enclava la ermita, lugar original del asentamiento de la población de La Nava.
La ermita pertenece a la tipología de templos mudéjares, con arcos transversales de tres naves. El ábside, que resalta especialmente del resto del edificio, tiene planta de polígono irregular de cinco lados y se compone de dos tramos: El primero de planta rectangular, cubierto con bóveda de cañón, y el segundo, de tres lados, cubierto por un cuarto de esfera decorada con pintura al fresco de motivos geométricos.
La afrenta francesa y el ‘Tiznao de la Nava’
Un ejemplo singular de la Guerra de la Independencia en Huelva está representado por el guerrillero Robustiano Carvajal Arellano, conocido como el ‘Tiznao de La Nava’. El Martes Santo, día 11 de abril de 1811, las tropas francesas se desplazaban desde la Prefectura de Aracena por el camino real de Sevilla a Cortegana y Aroche. Una compañía se acercó por las cañadas a La Nava. Los soldados asaltaron el Ayuntamiento y lo quemaron con su archivo. Acabaron en el pósito, donde se llevaron el pan, el queso y el vino de los pobres de la romería de Nuestra Señora de las Virtudes y el escaso grano que aún quedaba de la última cosecha. Robustiano Carvajal, el Tiznao de la Nava, con una amplia experiencia guerrillera, quiso vengar la afrenta. Atacó a los franceses, pero lo apresaron con su escasa partida. Los vecinos de La Nava fueron forzados espectadores del fusilamiento del Tiznao y los suyos en el llano de la dehesa de la ermita, casi a la misma hora en que hubieran tenido que departir pan, queso y vino con sus visitantes, ricos o pobres.
