Caraballo visita el Dólmen de Soto, una de las mayores construcciones megalíticas de Europa Occidental

Acompañado por el alcalde y concejales de Trigueros, también ha visitado el Colegio de Santa Catalina, cuyas obras de recuperación empezarán en breve

El presidente de la Diputación de Huelva, Ignacio Caraballo, ha realizado una visita a El Dolmen de Soto, el monumento prehistórico más importante de la provincia de Huelva, uno de los de mayor tamaño de Andalucía y de los más impactantes ejemplos del neolítico en el sur de la península. El dólmen se encuentra ubicado en la finca 'La Lobita' en término municipal de Trigueros.

Datado entre el 3000 y 2500 a.c., El Dolmen de Soto es un monumento megalítico funerario de corredor de la Edad de Cobre. Acompañado por el alcalde y concejales de Trigueros, Caraballo ha realizado un recorrido por el túmulo, durante el que se ha explicado la historia del dolmen, descubierto en 1923 por Armando de Soto mientras se realizaban trabajos agrícolas e iniciándose en ese mismo año las excavaciones. Declarado Monumento Nacional en 1931, se encuentra en buen estado de conservación y no fue expoliado, gracias a lo cual se encontraron ocho cuerpos colocados en cuclillas con sus ajuares correspondientes.

Hugo Obermaier, arqueólogo alemán, más tarde nacionalizado español, que tuvo a su cargo el estudio y análisis del Dolmen tras su descubrimiento, realizó un amplísimo y detallado estudio del monumento y de otro pequeño y destruido dolmen próximo, con relación de las piedras, de los grabados, de los restos y de todo el ajuar funerario encontrado.

El dolmen de Soto forma parte de las construcciones dolménicas del occidente europeo y puede ser clasificado dentro del tipo de corredor y cámara en "V". Se halla cubierto por un túmulo y tenía un anillo perimetral de piedra que lo delimitaba. Su estructura está conformada por una serie de dólmenes sucesivos formados por pilares como soportes verticales y losas de cubierta, todos ellos de arenisca y pizarra, y también de caliza y conglomerado de la zona, aunque de algunas de ellas la cantera más cercana se halla a unos 40 kilómetros de distancia, como en Tejada (Paterna- Escacena del Campo) y son de grandes proporciones y peso.

Con 20,90 metros de largo, es unos de los de mayor longitud de la península y el mayor de la provincia, lo que lo singulariza respecto a los demás dólmenes conocidos de Huelva. Su altura interior es igualmente considerable desde los 1,45 metros de la entrada, que progresivamente va en aumento hacia la cámara, donde alcanza los 3 metros. El pasillo o corredor a 4 metros de la entrada se estrecha mediante el enfrentamiento de dos ortostatos formando como una puerta de acceso al área que llega hasta la cámara. Los numerosos grabados que enriquecen sus paredes constituyen uno de los más importantes conjuntos simbólicos de la Península Ibérica y se hallan constituidos por simples líneas, cazoletas, "puñales", ídolos, figuras antropomorfas y otros signos.

Una de las particularidades constructivas más relevantes es su orientación hacia el este, coincidiendo su acceso con los ortos solares en los equinoccios de primavera y otoño. Esta intencionalidad constructiva indica aspectos cruciales respecto a la observación astronómica y su uso ritual. De esta manera los primeros rayos de sol en el equinoccio, avanzan por el corredor y se proyectan en la cámara durante unos minutos, en un rito donde quizás los difuntos renacían de la vida de ultratumba, bañados por la luz solar.

La propiedad del Dolmen de Soto es pública, dependiente de la Delegación Provincial de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, que lo adquirió en 1987. Declarado Monumento Nacional en 1931.

En los años 80, un proyecto de recuperación y estudio de los megalitos onubenses, llevó a los investigadores a iniciar los trabajos de información arqueológica para la restauración del Dolmen de Soto. En 2008 se concluyó la primera fase de la puesta en valor de este monumento, tras unas investigaciones que lo situaron, por su anillo perimetral de más de 80 metros, como una de las mayores construcciones megalíticas de Europa Occidental. En este estudio se pudo fijar mediante dataciones de carbono 14, la fecha de su construcción hacia finales del tercer milenio.

Obras de restauración del Colegio Jesuita de Santa Catalina

El presidente de la Diputación también ha visitado el Colegio de Santa Catalina, ubicado en el centro de Trigueros, y cuyas obras de rehabilitación comenzarán en breve  después de que el Ministerio de Fomento haya aprobado destinar 800.000 euros al proyecto de recuperación del patrimonio histórico español en Andalucía con cargo a los fondos que se generan para el 1,5% cultural como consecuencia de la ejecución de la obra pública. El Proyecto presentado por el Ayuntamiento de Trigueros para la conservación y puesta en valor del Colegio Jesuita de Santa Catalina ha sido el único concedido a toda la provincia de Huelva.

El Colegio de Santa Catalina ha sido siempre una institución destacada por sus valores históricos y artísticos, al tratarse de una obra de singulares rasgos arquitectónicos y un importante centro religioso y educativo de gran influencia cultural durante buena parte de la Edad Moderna. El Colegio de la Compañía de Jesús de Trigueros fue fundado, al finalizar el segundo tercio del siglo XVI, bajo la advocación de Santa Catalina, virgen y mártir. Desde su creación, esta Casa se convirtió en un foco de religiosidad y cultura.

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