Localidad situada cerca de la capital de la provincia, en la denominada Tierra Llana, en el entorno de las Marismas del Odiel.
Se han hallado restos arqueológicos del Período Calcolítico, de la Edad de Bronce, y de la Edad de Cobre en la zona, que evidencian asentamientos humanos. Existen evidencias de la presencia fenicia, en el siglo VI a.C. en la localidad, quienes construyeron una factoría de productos pesqueros. Se cree que Corrales debe su nombre a un arte de pesca utilizado por aquéllos. Los griegos nombraron a Aljaraque como Kalatathousa.
De la época árabe, la población se llamaba Aljafar, que significa colina, existen interesantes restos como la campana mozárabe que se halla en el actual Museo Provincial de Huelva. Durante los Reinos de Taifas se convirtió en frontera entre la Cora de Niebla y la Cora de Saltés.
Tras la Reconquista, Alfonso X el Sabio le concede una carta puebla, aunque hasta el siglo XV no comenzó a poblarse el lugar, cuando pasó a formar parte del Señorío de los Duques de Medina Sidonia.
En el siglo XVII las guerras y las epidemias diezmaron la escasa población, que luego iría aumentado con la llegada de de habitantes procedentes de las aldeas cercanas de San Antonio y San Jorge, y más tarde, en el siguiente siglo de emigrantes venidos de Portugal y de otras poblaciones colindantes.
A partir de 1833 pasó a formar parte de la provincia de Huelva. Posteriormente, con la llegada de las compañías extranjeras a la zona minera de la provincia se construyó en Corrales una factoría de trituración y cribado de pirita para el mineral de Tharsis y un muelle-embarcadero. En 1866 se comenzó a construir una línea de ferrocarril de enlace de las minas con el puerto de Huelva y un muelle cargadero del mineral (en la margen derecha del Río Odiel). En 1969 se construyó el puente sifón de Santa Eulalia sobre este río, para facilitar las comunicaciones por tierra con la Huelva capital.
Iglesia de Nuestra Señora de los Remedios, del siglo XVIII, construido sobre los restos de un templo del siglo XVI, y ha sido modificado y reconstruido tras el terremoto de Lisboa de 1755 y la Guerra Civil.
Ermita de Aljaraque, que cuenta con las antiguas campanas del Ayuntamiento de Aljaraque.
La agricultura de cereales, olivares, legumbre, frutales y la industria del ladrillo conforman la economía del lugar.
Se puede disfrutar de los pescados de la costa, de platos como las habas con choco, y en repostería los hornazos.