SARA KHALO

Sara Kahlo estudió bachillerato en la Escuela de Artes León Ortega y prosiguió sus estudios durante un año en El Taller Artístico. La técnica usada en las obras expuestas es dibujo digital y acrílico sobre lienzo (fluid painting).

Sara Kahlo es, fundamentalmente, una artista centrada en el dibujo y la ilustración, pero también efectúa incursiones en el vídeo. Sus obras contienen claros planteamientos feministas, desde la óptica de una chica joven, urbana, potente y radical, con matices emocionales y de cotidianidad.

Ha expuesto en Laecléctica y participado en el Proyecto BlueOx Harte y en la exposición colectiva “Creamos, luego existimos”, del Museo Provincial de Huelva. 

EL PROYECTO: YERBAMALA

La yerbamala (hierba mala, malas hierbas o maleza) son plantas que crecen en un lugar donde no se desea que crezcan. Crecen de forma silvestre, sin ningún tipo de control y, a menudo, destrozan cultivos y plantaciones por su facilidad a la hora de extenderse. Pueden ser muy abundantes. Pueden restringir la luz a otras plantas deseables. Pueden estar utilizando nutrientes limitados del suelo de un lugar determinado. Pueden contener o esparcir patógenos que degradan la calidad de un cultivo. También pueden tener espinas y químicos que causan irritación en la piel. Otras son nocivas al comerse. Otras tienen partes que se adhieren a la ropa. La yerbamala se arranca de raíz, pero siempre vuelve a salir.

Inspiradas por Dios no te mande el castigo, de la Paquera de Jerez, las obras que se presentan buscan la similitud entre el ser humano y la mala hierba, utilizándola como metáfora para hablar sobre comportamientos tóxicos del ser humano consigo mismo, como es el autosabotaje derivado de la baja autoestima y las inseguridades que tenemos.

Algunas de las ilustraciones van acompañadas de un texto que trata estos conflictos internos con un lenguaje cotidiano, coloquial y, sobre todo, andaluz. Este autosabotaje nace de las expectativas que la sociedad espera que cumplas, de las malas lenguas, del daño y de la falta de amor propio. Al igual que la mala yerba, ese odio por nosotrxs mismxs siempre está dentro, aunque lo arranquemos de raíz. Así que, como va a aparecer cada año con los nuevos cultivos, es mejor saber domarlo y controlarlo; habrá épocas donde no crezca la mala hierba y habrá otras en las que ni siquiera se podrá continuar caminando por la cantidad de maleza que irrumpe el paso.

Pero ser una yerbamala no te hace peor persona; las amapolas son la yerbamala por excelencia y todo el mundo las quiere. Todo el mundo adora un campo bañado del rojo de sus pétalos. En la obra no sólo se habla de la yerbamala como una metáfora del sufrimiento, sino también como una fuente de vida infinita ya que, yerbamala nunca muere. La yerbamala también es tratada como símbolo de fortaleza por la capacidad que tiene de crecer tan grande, tan rápido y tan fuerte. Y eso intentamos todxs al fin y al cabo; una vez nos arrancan de cuajo el pecho volvemos a florecerlo. (Margarita Aizpuru, Comisaria)

OBRA PRESENTADA

1. “Autosabotaje” (2021). Instalación digital. 60x40 cm.	2. "Yerbamala" (2021). Instalación digital. 60x40 cm.	3. "La sal quita lo malo" (2021). Instalación digital. 60x40 cm.