Hamlet
Sábado 25 de julio de 2015
¿Dónde está Hamlet, en qué tiempo y lugar sigue viviendo el personaje shakesperiano?
En el mundo actual ¿cómo nos llegan las palabras de Shakespeare en la tragedia del príncipe de Dinamarca?
Nuestra propuesta parte de la celebración de las bodas de Gertrudis con su tío Claudio. Mientras se celebran los festejos de bodas, la sombra negra del espectro lo remueve todo. Y como si el todo estuviera contenido en esa celebración, en esa fiesta, Hamlet se encamina inexorablemente hacia otra celebración, la de la muerte. Dos ceremonias que conforman el arco de espacio temporal donde se moverá el protagonista.
Dos espacios: cielo y tierra, uno reflejo del otro, donde se observa, nada pasa desapercibido, se espía... La privacidad ha desaparecido.
Un mundo cambiante en el que el suelo se torna inestable, y difícilmente sustenta a los personajes. Lo que debería ser sólido es mutable, cambiante...
Algo huele a podrido en Dinamarca. La ambición del poder. El poder, como manipulador, corruptor, vengativo, asesino... Una ambición que mueve a los principales personajes y los aboca a la confrontación e indirectamente a la destrucción. Algo huele a podrido cuando alguien se lanza a conseguir el poder a toda costa.
Ser o no ser. Existir o no existir. Siempre la misma cantinela. Y la duda hamletiana, esa imposibilidad de tomar una decisión. El miedo a caer en el vacío de la nada o en el tumulto de la eternidad. Pero si él no actúa otros lo harán... ¿o no?
Podría estar encerrado en una cáscara de nuez y sentirme el rey del universo. Un microcosmos para mostrarnos el cosmos de la humanidad. Tan pequeño y condensado como en una cáscara de nuez, o en una celebración de bodas. Como los personajes de nuestro Hamlet. Imposibilitados para escapar de un mundo donde siguen con su ser o no ser.
Alfonso Zurro
Espectáculo coproducido por el Festival de Niebla y el Festival de Almagro
Dossier del espectáculo